Objetivo, evitar otra burbuja
El sector inmobiliario, para bien o para mal, es cíclico. Altamente dependiente de la situación económica en general y del crédito en particular, está obligado a adaptarse a nuevas épocas cada cierto tiempo. El ladrillo ha alternado etapas muy doradas con profundas depresiones. Ha padecido recesiones en los años 70, 80 y 90. Y la burbuja de 2008 (y su posterior explosión) ha sido la madre de todos los cracs inmobiliarios.
Publicada
1/5/2015
Leer noticia completa en
El Mundo