Yo he propuesto la dimisión del CR, y dada las reacciones que ha producido me gustaría aclarar mi propuesta.
En primer lugar, ello no significa hacer responsable personalmente a los miembros del CR, a quienes reconozco el tiempo que han dedicado con su mejor voluntad a gestionar nuestros intereses, o al resto de los cooperativistas de lo mal que van las cosas. Creo que la responsabilidad es colectiva. Ahora bien, si se decidió en la Asamblea de julio convocar una asamblea inmediatamente si el técnico no da su visto bueno a los techos, dada la gravedad que ello supone, y lo que han hecho es continuar con la estrategia de Atalaya (por llamarlo de alguna manera), sí creo que tienen una clara responsabilidad y que deben ser sustituidos por otros cooperativistas.
En segundo lugar, si la sustitución supone demorar la entrega de las llaves dos o más meses, evidentemente, no lo propondría. Evidentemente no soy masoca. Modestamente creo, no obstante, que ninguna sociedad se paraliza por la sustitución de sus órganos directivos.
En mi opinión el problema se ha producido porque hemos depositado toda nuestra confianza en Atalaya, lógico ya que para eso la hemos contratado, quien, no sólo ha fallado, sino que también, y esto es lo verdaderamente grave, a mi personalmente –y creo a que a todos- nos ha mentido para ocultar una grave metedura de pata: calcularon mal la ubicación del aire acondicionado y, por la pura codicia de no asumir los costes que ello representaba para FCC, decidieron colocarlo en la entrada a sabiendas de que no respetaban la normativa sobre la altura con la confianza de que el problema sería lo suficientemente grave como para obligar al Ayuntamiento a tragar. En esto, Atalaya ha jugado con FCC y el autodenominado arquitecto. Ha sido el técnico del ayuntamiento el que ha reventado el tema.
Yo tengo decidido emprender acciones contra todos ellos y, por supuesto, lo haré cuando mejor nos convenga, por eso no encontré en julio inconveniente en dejar a Atalaya que intentase conseguir del ayuntamiento la solución rápida del problema. Pero es que, unos 70 días después, no lo han conseguido, no han informado de nada, y, cuando se habla con ellos, siguen dando explicaciones crípticas ; es decir, siguen ocultando la verdad. La duda es cuánto tiempo más debemos seguir confiando en ellos: veinte días, dos meses, un año, tres reencarnaciones, hasta que el sol reviente. Pues la verdad que no lo sé.
Lo único que sé es que ya prefiero ser víctima de mis propios errores que de los errores ajenos, sobre todo cuando éstos han demostrado ser lo que son (me refiero exclusivamente a Atalaya). Así que dada la situación, en mi modesta opinión (que vale un solo voto) si el día de la asamblea no nos han entregado físicamente las llaves con todo en regla para vivir, creo que ha llegado la hora de que nosotros llevemos las riendas del cotarro. Esto se concreta en:
-Sustituir el CR por no haber convocado la Asamblea
-Despido de Atalaya
-Nombramiento de una comisión que estudie como resolver el problema en el menor tiempo posible e intentando satisfacer los intereses de todos.
-Nombramiento de otra comisión que prepara las acciones legales contra FCC, el “arquitecto” y Atalaya
Ojalá esté equivocado y todo se arregle rápidamente.
Un saludo