Llego el adviento y con él, un nuevo futuro de prosperidad y la ansiada licencia de obra por fin gracias o su grandiosa majestad bote y ella.
Después de pájaros de mal agüero, corre ve y diles de toda índole y pelaje;
Indeseables, estafadores y gente de la peor calaña, llega el adviento y con él las licencias de esa cooperativa denostada por tantos y a la que tantos temen, por su magnitud, precio y calidad.
Bueno creo que muchos de por aquí deben una disculpa muy clara y precisa, a los que hasta el momento nos han traído aquí, sin ellos no habría sido posible o me equivoco.
Dar información publicitar nuestra promoción, pagina web y dar la dirección de la sede, a todo aquel que quiera una vivienda buena a buen precio.
Estamos al final del túnel ya se ve la luz del sol, no hagáis caso a los que siempre hablan mal, contrastar la información, llamar al Ayuntamiento, junta de compensación, gestora, consejos rectores y después tomar la decisión que veáis más coherente, queda poco por conseguir muy importante pero poco, llevamos muchos años sufriendo para que al final por mala información o maliciosa información alguno acabéis sin casa.
Dejo este precioso salmo, para todo aquel, que el día que consiguió licencia de obra puerta del corredor no se sintió feliz, dichoso y muy, muy, muy, muy, muy, alegre.
Salmo 127 (128). 1-2. 3. 4-5 ac y 6a.
“Dichosos los que temen al Señor”.
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.
Dichoso el que teme al Señor.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa; tus hijos,
como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.
Dichoso el que teme al Señor.
Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde El Cañaveral,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.
Dichoso el que teme al Señor.
LA CONFESIÓN ES LA ÚNICA SALVACIÓN.