Lo que dice Gasparín, sobre que sea preceptivo el dejar libre el acceso, parece de sentido común, pero, fráncamente, yo prefiero ver el garaje libre de impedimentos a que me coloquen unos espejos.
Por todo lo que contáis, lo que parece lo mejor es que "por arte de ensalmo" desapareciesen los hierrajos y, si se les ocurre volver a colocarlos, se llama a la policía local, pues si lo que hacen no está permitido no pueden tener licencia de obra.
Saludos a todos y gracias por la ayuda.