viajero dijo:
Es fácil hacerse cargo de tu cabreo pero también debes contemplar la posibilidad de que haya vecinos tuyos que:
- Vendieran su anterior casa con suculenta plusvalía.
- Compraran la nueva a precio inflado pero acorde al mercado del momento.
- Estén bregando actualmente con hipoteca llevadera, con cuotas inferiores a las de los primeros años y con tipos de interés que no te van a dan ahora mismo ni para hacerte con un bungalow en Torrevieja... ni siquiera a ti.
Más que nada por hacerte una visión de conjunto que incluya más opciones.
Contemplo, contemplo.
Y no veo más que ruina, llantos y lamentos por todas partes, así que estas personas que amablemente sugieres deben ser una minoría minoritaria por ahí.
Interesante conversar con el director de alguna sucursal de la aldea; extraes conclusiones hiperrealistas acerca de la situación de sus pobladores y de sus deudas.
Pero ojito, que yo me cabreé con Hercesa tiempo ha y por su afamada calidad, lo que me costó una fortuna en arreglos. Lo de hoy tiene más que ver con nuestra acreditada condición borrega que da alas a los golfos que nos gobiernan a acometer cualquier desmán por gordo que sea; aceptamos cualquier cosa pero rebelándonos en el bar.
El Tribunal Constitucional se cubrió de bosta el día que aceptó que cualquier autoridad pudiera, sin más, extraer dineros de las cuentas bancarias de los morosos; ese día murió en España el estado de derecho, si es que algún día vivió entre nosotros. Luego se cargaron la ley del suelo de Aznar, que proponía como urbanizable todo el suelo con excepciones, lo que nos hubiera evitado la burbuja inmobiliaria y la subsiguiente ruina.
Y del resto ya mejor no acordarse. Tratar de vivir lo más felices posible y transmitir a nuestros hijos estas experiencias para tratar de que no caigan en nuestros errores; ya caerán en otros.
Pero recordad, amigüitos, a la Tita Stella; el estado es nuestro enemigo, si no el único, sí el más peligroso. Cuando os llamen a votar, mostradles el dedo y decidles que primero nos devuelvan los derechos que nos han quitado.
Saludines.