Podríamos empezar por...
- Fijación de baldosines en suelos y paredes: que no suenen “huecos” al pisarlos o golpearlos con la mano. Que no tengan manchas de pintura o cemento, que son difíciles de quitar.
- Tarimas: que estén bien fijadas y sin arañazos.
- Rodapiés: bien fijados a la pared, que no estén “abombados” y sin pintura.
- Revisar si llega electricidad a las tomas de corriente. Utilizar para ello una lamparita guía de noche como la de los niños.
- Persianas: que deslicen bien y que las lamas encajen perfectamente unas con otras. Que tengan los topes y no se queden atascadas.
- Manijas de puertas y ventanas: deben abrirse con facilidad
- Cerrojos de puertas y ventanas.
- Ventanas: revisar que el cierre sea hermético, sin entrada alguna de aire.