No voy a comentar nada de robos, sino de medidas disuasorias, ya que he visto un artículo en el suplemento de su vivienda sobre este tema y he pensado que podria interesaros a alguno:
http://www.elmundo.es/suplementos/suvivienda/2006/445/1148594404.html Convierta su hogar en un refugio que complique la vida a los ladrones
PUERTAS, VENTANAS, ALARMAS... CUALQUIER PROTECCIÓN ES POCA PARA IMPEDIR O RETRASAR EL ACCESO A SU DOMICILIO DE LAS BANDAS DE ´MURCIGLEROS´ QUE HAN DISPARADO EL MIEDO EN ALGUNAS ZONAS RESIDENCIALES DE ESPAÑA
MARTA BELVER |
BATRES (MADRID). Enero de 2005. Esta población de la Comunidad de Madrid sufrió hace algo más de un año una oleada de robos en un escaso margen de tiempo. / KIKE PARA
A más de uno le habrán entrado ganas esta semana de transformar su casa en un búnker. La proliferación de robos a chalés en Cataluña, aderezados por ´generosas dosis´ de contacto físico violento, ha colocado a la seguridad en el hogar en el epicentro de la actualidad informativa.
El Gobierno se ha apresurado a adoptar ´medidas de choque´ para evitar que el pánico a estar en la propia vivienda se extienda como una mancha de aceite. Pero, más allá del trabajo de vigilancia y actuación ´posatraco´ de la Policía y la Guardia Civil, ¿qué puede hacer un propietario para sentirse realmente a salvo en la intimidad de su domicilio?
Sólo hay una respuesta y, aun a riesgo de resultar un tanto manida, ésta es reforzar las barreras físicas que le protegen del exterior. Aunque todos los expertos consultados insisten unánimemente en que por ahora no se ha inventado ningún método infalible al 100%, sí se puede obtener una buena relación calidad-seguridad-precio atendiendo a los consejos de los que día a día trabajan en la creación de casas lo menos atractivas posibles para los amigos de lo ajeno.
PUERTAS
Si duda de por dónde empezar, sepa que la puerta de entrada es la que, en líneas generales, reclama con más urgencia su atención. No en vano, por ella se cuelan el 36% de los intrusos que actúan en España, según los datos que maneja el Observatorio de la Seguridad. La cifra supera con creces la barrera del 50% cuando se consulta a otras muchas fuentes que ofrecen su percepción a título particular.
A la hora de seleccionar un buen modelo, Jaime Ortiz, técnico de la Asociación Nacional de Fabricantes de Puertas, sugiere que se tengan en cuenta tres aspectos: los materiales en los que está fabricada, el tipo de cerradura que lleva incorporada y, casi lo más importante, su perfecta instalación.
Para un piso en altura, lo recomendable es una blindada o acorazada que cuente con el refuerzo de dos láminas metálicas de un milímetro de grosor cada una. Su precio de obra, con cerradura de seguridad incluida, parte de los 480 euros.
En el caso de los chalés, las chapas metálicas que refuerzan las puertas pueden alcanzar hasta dos milímetros de espesor y deben incluir, además, dos o tres estructuras plegadas (en forma de Z o de omega) de un milímetro de grosor cada una. Un producto de estas características tiene un coste inicial de 600 euros, según datos de la patronal de fabricantes.
CERRADURAS
Para el capítulo de cerraduras, de acuerdo con las explicaciones de Pablo Izeta, miembro de la Asociación de Fabricantes de Cerrajería de España, lo idóneo es instalar una multipunto ; es decir, con varios anclajes a la pared (tres, cinco o hasta siete). Ésta es una recomendación genérica para todo tipo de puertas. Y antes de llevársela a casa conviene adoptar una precaución también de carácter general: asegurarse de que esos puntos múltiples no estén interconectados entre sí, porque, en caso contrario, al manipularse sólo uno de ellos saltarían todos a la vez.
Los expertos sugieren, asimismo, que se instalen cerraduras con sistema antipalanca. Es decir, que el lado de la puerta opuesto al del pestillo disponga de tres, cuatro o cinco bisagras. También conviene pedir modelos con escudos de seguridad antitaladro, cuyo modelo más ´blindado´ es aquel que sólo ´deja al aire´ la ranura de la llave.
MARCOS
Todas estas recomendaciones para puertas y cerraduras carecen de sentido si la instalación en la pared no es correcta. Según distintas empresas fabricantes consultadas, lo aconsejable es que ésta tenga un ancho mínimo de medio pie de ladrillo macizo (alrededor de 12 centímetros) y lo fundamental es que, al colocarle el marco, no quede ningún hueco, por pequeño que sea, que permita hacer palanca.
Debe solicitar que utilicen tornillos expansivos o antiviolables para su colocación, que ´crecen´ al entrar en contacto con el muro, haciendo prácticamente imposible su vuelta hacia atrás. Según todas las fuentes consultadas, hoy por hoy, es el método más seguro de cuantos existen en el mercado.
Los marcos pueden ser de madera o de chapa metálica para las viviendas en altura, si bien deberían ser únicamente metálicos, con un grosor de 1 a 1,5 mm, en el caso de los chalés, según los consejos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Puertas.
VENTANAS
Las ventanas suponen el otro gran foco de interés para ladrones ´silenciosos´ y ´murcigleros´ (los que penetran en las casas haciendo notar su presencia y ejercen violencia física contra sus habitantes). En el Observatorio de Seguridad sostienen que tres de cada 10 delitos contra la propiedad utilizan esta vía de acceso.
Fuentes de la Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas apuntan un consejo básico para aquellos que quieran reforzar su hogar en este punto: demandar una instalación que conste de dos o más vidrios laminares de seguridad de seis milímetros cada uno unidos entre sí por un material plástico de PVB. Éste tiene generalmente un grosor de 0,38 o 0,76 milímetros y se pueden instalar varios al mismo tiempo para dotar de mayor resistencia a la estructura.
Una ventana que reúna estas condiciones puede adquirirse a partir de unos 350 euros el metro cuadrado, según la Base de Precio de la Construcción Centro.
Mientras, la investigación avanza a paso firme. «Si un consumidor está interesado en adquirir una ventana con doble acristalamiento, por razones de aislamiento, y al mismo tiempo desea tener unas prestaciones de seguridad frente al ataque manual, puede pedirle a su proveedor la clasificación conforme a la norma UNE-EN 356 [que acaba de publicarse>», apunta Jaime Fernández, técnico de la División de Certificación de Producto de Aenor.
Esta norma establece ocho clasificaciones de dureza de un vidrio de seguridad basadas en dos ensayos: uno con caída, a distintas alturas, de un cuerpo duro de cuatro kilogramos y 10 centímetros de diámetro (que sería el equivalente a un intento de rotura de ventana mediante un golpe seco con un objeto pesado) y otro con un hacha, en el que se tiene en cuenta la cantidad de golpes que pueden darse sin que el vidrio se rompa (equiparable a una acción repetitiva que busca horadar la ventana).
REJAS
Las rejas para las ventanas son el elemento de seguridad que mayor controversia genera entre los que quieren sentirse menos vulnerables dentro de sus propios hogares. Al menos tres fabricantes afincados en la Comunidad de Madrid sostienen que muchos de los clientes que piden la instalación de esta estructura protectora solicitan también que vaya acompañada de cerraduras que permitan su apertura en caso de incendio, modalidad ésta que ellos mismos desaconsejan por la relativa facilidad para ´reventar´ este mecanismo.
Así, los especialistas recomiendan verjas sin aperturas y de acero macizo, nunca hueco, porque de esta manera se favorece la posibilidad de que sea serrado o de que se pueda emplear un gato para forzarlo. El grosor de los barrotes tiene que ser de un mínimo de 16 milímetros y lo habitual es que, como mucho, alcance los 20 milímetros, con una separación máxima entre ellos, regulada por ley, de 13 centímetros.
De acuerdo con los precios que se manejan en el mercado, la reja más simple para una ventana de 1,2 x 1,2 metros puede adquirirse a partir de 200 euros.
ALARMAS
Hasta aquí las barreras físicas que permiten prevenir las viviendas de presencias indeseadas. Para los casos en los que éstas finalmente se producen a la fuerza, lo más efectivo sigue siendo el tradicional sistema de alarma conectado a un centro de seguridad de rapidez de respuesta contrastada, ya que el factor contrarreloj es el más importante para evitar males mayores.
La evolución de estos sistemas ha llevado a desarrollar mecanismos que hasta hace poco sólo eran propiedad de la ciencia ficción. Ahora se comercializan, por ejemplo, barreras perimetrales compuestas por franjas de infrarrojos diseñadas para ser instaladas fundamentalmente en las puertas de los chalés y que, entre otras cosas, están programadas para que no salte en falso el dispositivo si las atraviesa un animal.
Esta aplicación sumada a un circuito de verificación, compuesto por varias cámaras de seguridad, y a los sistemas de detección volumétrica suponen el conjunto de alarma más sofisticado del momento. Según una de las compañías líder del sector, su precio parte de los 1.500 euros de instalación y de los 45 euros/mes de mantenimiento. El más simple, por el contrario, tiene un coste inicial a partir de 550 euros y desde 24,95 euros/mes de mantenimiento.
Con todas estas medidas básicas su hogar tendrá más posibilidades de seguir siendo un dulce hogar que sin ellas.
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RETRATO DEL «MURCIGLERO»
El cambio en el ´modus operandi´ de los robos a viviendas ha obligado a acuñar el término ´murciglero´ en la jerga de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Con él se denomina a los ladrones que van armados y cometen asaltos violentos con intimidación o maltrato a sus víctimas.
Según fuentes policiales citadas por Efe, estos nuevos cacos actúan en grupos de entre tres y cinco personas compuestas por albano-kosovares, ucranianos, rumanos, chilenos, colombianos y marroquíes. Entre sus miembros se encuentran ex policías o ex militares que poseen conocimientos de vigilancia y seguimiento que aprovechan para perpetrar sus allanamientos de moradas.
«Estas bandas han comprobado que sacan más beneficio si atacan, atemorizan y retienen a los inquilinos que si entran a robar cuando no hay nadie en la casa, porque de esta manera encuentran más fácilmente las joyas y la caja fuerte», según un portavoz de los Mossos d´Esquadra.
Sólo en la Comunidad catalana se han cometido un total de 22 asaltos de este tipo en apenas cuatro meses.
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LA RESPUESTA DEL ESTADO
Un total de 19.000 policías y guardias civiles han pasado a reforzar el sistema de seguridad nacional en los últimos dos años, a través de sendas convocatorias públicas de trabajo para estos dos cuerpos. Hasta el final de la legislatura está previsto que se creen 17.000 nuevos puestos.
Sin embargo, el Gobierno no vincula este movimiento táctico en su tejido defensivo al crecimiento urbanístico experimentado en los últimos años y, por tanto, a la multiplicación de hogares susceptibles de ser objeto de robo. «La tasa de criminalidad en delitos contra el patrimonio, que suponen más del 35% del total, se redujo un 3,2% en 2005», apuntan en el Ministerio del Interior.
Sí se ha producido, en cambio, una relación causa-efecto entre la oleada de robos que ha azotado a Cataluña en las últimas semanas y el despliegue de 200 agentes de la Guardia Civil en zonas de Tarragona y Barcelona donde aún no ha llegado la policía autonómica. Además, el Ejecutivo ha anunciado esta semana la creación de un Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado.
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EL EFECTO SOBRE LAS VENTAS
La polvareda levantada por la oleada de asaltos a viviendas empieza a dejar sus primeras secuelas en el mercado inmobiliario. El responsable de Alfa Inmobiliaria en Galapagar, Manuel González, asegura que «los compradores de chalés adosados y pareados no suelen poner reparo alguno, pero cada vez se está haciendo más difícil la venta de independientes». «Aunque todavía no se puede hablar de psicosis, sí es cierto que existe preocupación al respecto», asegura.
En Gerco consideran que aún es pronto para valorar las consecuencias, pero que éstas podrían comenzar a percibirse a medio plazo. «Lo lógico es que los clientes cada vez exijan más seguridad en las casas que van a comprar», asegura José Antonio Abollado, de la compañía de intermediación.
«Nosotros aconsejamos a los promotores destinar un mayor porcentaje del presupuesto de ejecución material de las obras a seguridad», apunta José Manuel Sánchez, director de Proyectos y Estudios de la consultora Knight Frank. «Cada vez debe ofrecerse más en la periferia y en zonas con dotaciones policiales escasas», concluye.