Yo tuve ya la lucha por el tema de las ventanas, sonaban varias. Pero sonaban a tal punto que los días que hacía mucho aire no se podía dormir o concentrarse en una actividad.
El encargado de Dragados me dijo que no se podía hacer nada, lo cual me pareció muy mal, pero a pesar de ello cuando subieron los de las ventanas ya que tenían que colocar bien la puerta del tendedero que estaba descolgada, se lo dije. Eran dos, un oficial y un chico más joven. Estaban dispuestos a hacer lo que pudieran. Lo que hicieron fue sellarlas bien por fuera y ajustarlas por dentro (con unos tornillos que se giran). Después de eso se han quitado los ruidos prácticamente en la totalidad, aunque creo que un día, estudiando, oí una, pero poco. Me dijeron que si volvía a oír ruidos que se lo dijera. Eran muy amables. Si llego a conformarme con lo que me dijeron los de Dragados...
Un saludo.