Poner en alquiler parte de la vivienda habitual es una práctica en auge, debido a las dificultades económicas actuales. En la mayor parte de las ocasiones, y pese a su obligatoriedad, no se declara. Sin embargo, muchos propietarios no son conscientes de que legalizar esta situación, con las ventajas y tranquilidad que suponen, no implica coste alguno para ellos. Y es que, en función de la edad del arrendatario, las rentas obtenidas por el propietario al alquilar una parte de la vivienda pueden deducirse hasta en el 100% en la declaración del IRPF.