Cerca de un centenar de personas se concentraron este domingo junto a la calle de Salvador Allende, en el PAU de Carabanchel, para recordar al ex presidente chileno que resultó muerto durante el asalto al palacio presidencial que encabezó el general Augusto Pinochet hace 32 años. Al homenaje, organizado por la asociación de vecinos Carabanchel Alto y la Asociación de Chilenos en España, acudió la concejala de IU, Concha Denche, que destacó la figura de Allende, que "luchó democráticamente por el mantenimiento de un gobierno legítimo y legal".
Denche aseguró que "Salvador Allende no puede olvidarse" y animó al pueblo chileno a construir una nueva etapa democrática en las próximas elecciones que se celebrarán en diciembre. Para Nélida Molina, presidenta de la Asociación de Chilenos en España, no hay que recordar la muerte de Salvador Allende, sino "su vida y la iniciativa que tuvo de hacer un mundo mejor y diferente con la ayuda de los votos". En el acto de recuerdo no faltaron canciones chilenas ni poemas de Pablo Neruda, y un crespón negro lucía en la plaza de la calle que lleva su nombre y que hace un año fue descubierta por los portavoces de IU en la Asamblea de Madrid y el Ayuntamiento, Fausto Fernández e Inés Sabanés, respectivamente.
El cantautor uruguayo Quintín Cabrera también participó en el homenaje, así como el autor teatral Juan Margallo, miembro de la Asociación Cultura contra la Guerra, que leyó como despedida un manifiesto en el que aseguró que "no podemos permitirnos el lujo de que la historia se repita en sus hijos y que los señores de la guerra lancen un nuevo zarpazo para adueñarse de nuevo de América".
En el acto volvieron a oirse las últimas y conocidas palabras de Allende a los chilenos antes de morir el 11 de septiembre de 1973: "Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor". Margallo concluyó su discurso defendiendo el recuerdo de Allende, que "no debe caer en el olvido como tampoco el de los torturados y asesinados, porque es una deuda con los que entregaron su vida y dejaron su ejemplo".
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