Llevo ya varias noches que no me es posible conciliar el sueño gracias a un grupo de maleducados (aparentemente jóvenes por sus temas de conversación), que parece que ha tomado por costumbre reunirse en el parque de la calle Castiello de Jaca / San Juan de Ortega a altas horas de la madrugada. Esto no sería mayor problema, de no ser porque la emprenden a gritos, cuando no ponen música a todo volumen. Desconozco si están de botellón, pero por su comportamiento tampoco me extrañaría.
He tratado de hacer la vista gorda, pero creo que, muy a mi pesar porque la policía tiene cosas mas importantes de las que de ocuparse, voy a tener que denunciar los hechos. Más si cabe con las perspectivas que deja la COVID-19 en nuestra ciudad.