Y no solo estaba cantado lo que pasaria con los patinetes.
Hace unos días en los cines de Parla escuche a varías personas en la sala criticando todo en plan garrulo y griton, desde los precios caros según ellos y ellas para Parla (aunque no me sorprendió teniendo en cuenta la pobreza y marginalidad de Parla) hasta el tamaño de la sala o que tengas que sacar tú las palomitas de una vitrina, en fin que quejarse es gratis y cuando nos ponen algo ni se valora ni se cuida.
Quitaran los patinetes y quitaran los cines y nos quejaremos. Y así todo en esta ciudad.