El trastero que está en la azotea y que usted ha usado durante 24 años no le pertenece como parte de su piso, porque no está inscrito ni autorizado como suyo, sino que sigue siendo zona común del edificio. Que haya pagado alguien por construirlo no significa que sea suyo, porque la comunidad no lo aprobó ni consta en ningún documento oficial. El banco embargó el piso y lo vendió, y usted compró legalmente, pero eso solo le da derecho al piso, no a ese trastero que es común.
El sobrino del anterior propietario no puede reclamarlo porque ese trastero no formaba parte del piso que se embargó ni se vendió con él. Si alguien quiere discutir quién puede usarlo, la comunidad de vecinos es la que manda, y si no hay acuerdo, podría pedir que se quite o se regule. Ahora bien, si usted ha usado ese trastero de forma pública, pacífica y sin que nadie se lo impidiera durante más de 20 años, podría intentar alegar que por el tiempo que lleva usándolo tiene derecho a seguir usándolo, algo que reconoce la ley y que han confirmado tribunales en casos parecidos.
Por ejemplo, hay sentencias que dicen que si un vecino usa un espacio común como suyo durante mucho tiempo y sin problemas, puede acabar adquiriendo ese derecho. Pero esto no es automático, y suele necesitar un juicio o un acuerdo. Lo ideal sería hablar con la comunidad para intentar regularizar el uso, porque si no, cualquier día alguien puede reclamar y la comunidad podría obligarle a dejar de usarlo o incluso a desmontarlo.