Juan42, efectivamente hay muchas cosas que no serian necesarias explicarlas, ¿ de que democracia hablas ? yo hablo de justicia. Todos los que figuran en esta lista y los que han tenido la misma suerte no pueden votar como tú.
Tu no hablas de democracia, hablas de sumisión, de plegarte a los dictados de los asesinos, de perder la libertad, osea, de cobardía. ¿ Tu hablarias o negociarias con asesinos que hubiesen matado a un hijo tuyo?, por favor, no utilices el tópico " de que no somos democratas" porque con el mismo rasero que tú utilizas, podriamos poner otros calificativos a los que dicen que hay que intentar una y otra vez negociar con asesinos. Siento que no salgan las fotos de todas estas personas que fueron asesinadas entre las que se encontraba nuestro familiar, quizás, viendoles las caras podrias compadecerte de ellos, y en un acto de valentía, defender los derechos que les fueron quitados impunemente, ellos ya no pueden votar, pero si nosotros pudieramos, votariamos 1.000.- veces para representarles, y nuestro voto no podriamos cederselo a un gobierno
EL ATENTADO DE LA CALLE CORREO
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Fue el 13 de septiembre de 1974. La dictadura aún estaba en el poder, y podría pensarse que eso fue lo que influyó en los asesinos de ETA para cometer este atentado... Pero no es cierto. Hace ya decenas de años que en España hay una de las mejores democracias del mundo, y ETA sigue asesinando. Aquel día de 1974 ETA puso una bomba en la céntrica cafetería Rolando de la calle Correo, en Madrid, porque a esa cafetería "iban policías". El resultado fue de DOCE muertos y OCHENTA heridos, y entre ellos no había NI UN SOLO POLICÍA. Todos los muertos y heridos eran civiles.
Eso es ETA desde sus inicios. Simples e incompetentes asesinos.
Los muertos que resultaron de esta matanza absurda fueron los siguientes:
Concepción Pérez Paino, administrativa ; Francisca Baeza Alarcón, maestra ; Antonio Alonso Palacín, operario de taller ; su esposa María Jesús Arcas Tirado, telefonista ; María de los Ángeles Rey Martínez, estudiante ; Luis Martínez Martín, agente comercial ; Antonio Lobo Aguado, ferroviario ; Francisco Gómez Vaquero, cocinero de la cafetería ; Manuel Llanes Gancedo, camarero de la cafetería ; Gerardo García Pérez, camarero de la cafetería ; Baldomero Barral Fernández y su esposa María José Pérez Martínez, dos gallegos que estaban de paso por Madrid.
Sobre estas líneas puede verse a alguno de los asesinados por los nacionalistas vascos de ETA en este atentado.
A la izquierda, María José Pérez Martínez, una joven de La Coruña que murió junto a su marido Baldomero Barral
En el centro, la foto de boda de Antonio Alonso Palacín y su esposa María Jesús Arcas Tirado, dos aragoneses que en el momento de su muerte estaban recién casados.
A la derecha, Francisca Baeza Alarcón, maestra de escuela en Valdepeñas (Ciudad Real).
Los asesinos fueron un hombre y una mujer jóvenes que se encargaron de dejar la bomba en el interior de la cafetería. Estos jóvenes vinieron de Francia y toda la ayuda que necesitaron en Madrid se la proporcionó la etarra Genoveva Forest también conocida como "Vitia" y "Tupamara", quien les alojó en la calle Virgen del Val nº 19, 6º A.
Después del atentado dicen que María Lindes Cristóbal Elhorga "Pompadour", la joven que puso la bomba, se arrepintió del daño que había causado... Y yo me pregunto, ¿Qué pensaría la tal María Lindes que iba a ocurrir tras explosionar la bomba? ¿Acaso no se dio cuenta de que la cafetería estaba llena de gente?.
Tras el atentado Genoveva Forrest les llevó a un piso de Alcorcón (Madrid) para que se ocultasen y, curiosamente, ese piso estaba a nombre de la mujer de Antonio Durán Velasco, un militante comunista... Después de todo no es extraño que en 1999 los comunistas firmasen con ETA el pacto de Estella/Lizarra para romper la Constitución española y el estado de derecho.
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