Mucho hay que temer que el 2012 será muy preocupante para Parla, por muchos buenos propósitos e ilusiones depositadas en este cambio de año.
A los gravísimos problemas y carencias de Parla, a su atraso crónico respecto a todos los municipios de nuestro entorno, se une la recesión que asola España. Que una ciudad como Parla tenga una tasa de paro superior al 26% es desolador e inaceptable, algo inaudito en cualquier parte del mundo desarrollado. Y, al menos de manera inminente, es innegable que el desempleo es creciente y la actual situación de recesión estrangula el consumo y el crecimiento. Los desastres, chapuzas, despilfarros y desmanes del pasado van a seguir pasando factura.
Lejos de ver luz al final del túnel, la situación de gran ruina social y económica en la que se encuentra inmersa Parla, la sitúan en un "corralito social" con miles de personas que cada día están sufriendo una odisea para cubrir sus necesidades vitales más básicas. En Parla existe una fractura social de proporciones inimaginables.
Lo vemos continuamente en los reportajes televisivos de actualidad que muestran duras imágenes sociales y dramas humanos de Parla, como paradigma del desempleo, la pobreza sobrevenida y la pésima gestión del presente y del pasado .
El mundo cambia a velocidad de vértigo y el que permanece impasible o es ineficiente acaba siendo condenado al ostracismo y la marginación social y económica. El drama es que una parte importante de la sociedad es vulnerable a estos súbitos cambios surgidos con la globalización. La aparición de nuevas zonas de desarrollo a lo largo y ancho del planeta exige una excelencia y una competitividad a todos los niveles de la sociedad y de la economía.
Ante los embites de las crisis sólo sobreviven las ciudades, enclaves y sociedades avanzadas, modernas y cualificadas, los "lochafinistas", los que tienen su economía saneada, los que son competitivos, los que están formados y son capaces de adaptarse a la nueva realidad, los que son eficientes, los que aprovechan y respetan los recursos que nos brinda la naturaleza en vez de destruirla y degradarla.
Los parleños merecemos un marco de oportunidades más amplio que el actual, impulsando el empleo y ofreciendo un plan de vida y dinamismo local, objetivo que pasa por la creación de empleo, industria, mejores accesos, transporte público, seguridad ciudadana, modernidad, desarrollo, impulso e infraestructura comercial acorde con el siglo XXI, limpieza, civismo, integración de los inmigrantes, servicios públicos (aunque en Parla están todos privatizados) que atiendan al ciudadano y no que únicamente engorden los bolsillos de algunas personas, y muchas más cosas de las que adolece Parla y la relegan, desde siempre, a la cola de todos los grandes municipios de la Comunidad de Madrid.
Tal y como dice la Ley de Murphy aplicada a Parla: "Todo lo que va mal, va ir a peor".
http://madridparla.blogspot.com/2011/12/parla-en-2012-ilusiones-ante-los_31.html