Disculpas Marina
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Para empezar, quiero pedirte disculpas. Mis palabras, por premura o dejadez, no siempre reflejan fielmente mis sentimientos o mis pensamientos, y creo que mi último mensaje así lo demuestra.
Jamás he querido molestarte y lamento mucho que de mi escritura hayas podido deducir algún tipo de desprecio hacia tu enfermedad o tu minusvalía. Es más, te puedo asegurar que es todo lo contrario. El devenir de mi vida me ha hecho coincidir con gentes que han sufrido y sufren problemas similares o incluso peores que el que tú, por desgracia, padeces. Y, sinceramente no dejo de admirar vuestra valentía y vuestro tesón para intentar llevar una vida normal. Créeme, de corazón, que os admiro. Y esta admiración se traduce en mucho respeto y cariño.
Tampoco quise decir que tu familia no te asistiera o te dejase de la mano de Dios. Supongo que te apoyarán con todas sus fuerzas, poniendo todo su espíritu en facilitarte la existencia. A veces me pongo en su lugar y pienso lo duro que debe ser. Y pienso que tú debes ser su principal motivo para luchar cada día. Y es ahí donde yo quería incidir. Y quisiera que me entendieras. Por que si yo tuviera un motivo como tú para pelearme con la vida cada día, pondría todo el alma disponible, todo el tiempo necesario para hacerte más fácil la existencia y no me dedicaría a otra cosa. No me importaría lo que hicieran los demás. No me afectaría que un grupo de padres se pusieran en el parque a beber cervezas delante de sus hijos. Ni me dedicaría a escuchar conversaciones ajenas y privadas, y ni mucho menos gastaría mi tiempo en reflejarlas en un chat. Dedicaría todo mi aliento en ver en tu cara una sonrisa, y no en observar desde la ventana, con prismáticos, el comportamiento de otras personas.
Fíjate que ni siquiera es una crítica. Porque en el fondo a mi no me importa lo que haga “carminator” (que estoy convencido de que es familiar tuyo. Quizá tu madre) Es simplemente que no lo entiendo. No comprendo que teniendo en su vida una empresa como tú, dedique sus minutos a otras cosas, que, dicho sea de paso, no generan el mejor de los ambientes. Porque, ya hablando de todo, tampoco creo que el hecho de que unos padres se reúnan en el parque para hablar y hacer grupo, y estar con sus hijos, bebiendo unas cervezas, sea reprochable de alguna manera. Yo veo bastante peor que se metan en bares, obligando a los niños a respirar humos y malos ambientes. De hecho creo que es una cuestión de ámbito. Es decir, de verlo en un ámbito distinto. Y piénsalo de esta manera. Seguro no escandalizaría tanto si en vez de en el parque, nos vieran en una barbacoa. O en una capea. O en una fiesta local. Y si eres un poco observadora, esa misma escena la puedes ver en montones de películas, en las que muchos vecinos comen y beben juntos mientras los niños juegan y no lo ves erróneo. O más fácil ; Supongo que habrás ido a alguna piscina pública (o privada). Y en éstas, es típica la estampa de las familias en el merendero, con sus neveras portátiles, sus tarteras, tortillas... Y cerveza. ¿Por qué en esos lugares es normal y en un parque no? Te repito. Creo que es una cuestión de ámbito y de ver las cosas con un poco de sentido común. Creo que no hacen nada malo, claro es mi opinión, , Yo la veo gente sana. Con sus cosillas, pero gente sana, al fin y al cabo. Que yo sepa, no generan violencia ni escándalo. sino todo lo contrario. y eso es algo de agradecer hoy en día, donde lo que prima es la educación formal sobre la civilización sana.
Bueno... Pues esto es lo que te quería explicar. Espero que aceptes mis disculpas. Que creas mi admiración y, aunque sea un poquito, que me entiendas.
Un afectuoso Saludo.