Dos entidades religiosas y una cooperativa optan al nuevo colegio de El Quiñón.
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Tres entidades educativas están dispuestas a poner en marcha el curso próximo el nuevo colegio concertado en el barrio de El Quiñón en Seseña. De ellas, dos tienen un vínculo confesional con la Iglesia Católica: La Fundación La Sagra-Nuestra Señora de las Mercedes (rectora del colegio Nuestra Señora de la Caridad en Illescas) y la Fundación Arenales, radicada fundamentalmente en la Comunidad de Madrid. También está enraizado en la región vecina el grupo de cooperativas de maestros Alfedel, que respalda a la tercera aspirante, la cooperativa de maestros Aldonza. Se espera que la resolución del concurso convocado por la Junta pueda conocerse en breve para que el centro inicie su andadura en el mes de septiembre.
Como puede verse, la única oferta toledana es la de los responsables del Colegio Virgen de la Caridad. El centro illescano es continuador de una trayectoria en la educación religiosa que se remonta a 1926, con el antiguo colegio de las mercedarias en la cabecera de La Sagra. Actualmente, está vinculado al Red de Centros Diocesanos de Toledo, respaldada por el Arzobispado, a la que pertenecen entre otros los colegios Infantes y Santiago en Toledo, Cristo de la Sangre en Torrijos, Madre de la Vida en Bargas y Santa Clara en Ocaña.
Su oferta educativa va desde la Guardería (1y 2 años), pasando por Infantil , Primaria, Secundaria y también Ciclos de Formación Profesional, así como la posibilidad de cursar el Bachillerato en régimen privado. Así se recoge en su página web. También proclama su apuesta por la excelencia educativa, por ejemplo, incentivando la educación bilingüe en inglés.
Por su parte, la Fundación Colegio Arenales se presenta en su sitio web como «una institución educativa que proporciona a sus alumnos una formación académica de alto nivel y, al mismo tiempo, una formación humana basada en los principios fundamentales de la doctrina cristiana». Gestiona actualmente centros en Alcalá de Henares, Arroyomolinos y Carabanchel, al que se sumará el próximo curso un nuevo centro que le ha autorizado la Comunidad de Madrid en Rivas-Vaciamadrid. Tiene pendiente la puesta en marcha de otro colegio en Valladolid. La enseñanza del inglés es uno de sus puntos fuertes, con instalaciones propias en Irlanda.
Si algo destaca del proyecto educativo de Arenales es su apuesta por la separación de niños y niñas en las aulas. Hay que recordar que la última reforma de la Educación promovida por el ministro José Ignacio Wert permite que los centros que segreguen por sexos puedan acogerse a conciertos educativos. La Fundación Arenales defiende lo que define como «educación diferenciada» sobre la base de que «el hombre y la mujer tienen la misma dignidad y los mismos derechos, pero presentan diferencias que afectan a toda su persona», por lo que se inclina hacia «una atención especializada en esas características propias de cada sexo».
Religión opcional.
La única oferta que se presenta como no religiosa es la de la Cooperativa Aldonza. El grupo de cooperativas de educación que la respalda, Alfedel, se creó en 1995 para ofrecer «instalaciones adecuadas para el óptimo desarrollo de los procesos de enseñanza, con profesorado motivado y altamente cualificado y con los servicios y recursos más solicitados por las familias demandantes». Actualmente gestiona 20 centros, todos ellos en la región madrileña, con más de 33.000 alumnos y cerca de 2.200 puestos de trabajo.
Este grupo promete una «educación completa y de calidad, dirigida al desarrollo integral de los alumnos, con carácter aconfesional y dentro de un pluralismo social, participativo y activo». Ofrece en sus centros la asignatura de religión como opcional.
Un gran centro para un millar de alumnos en los ciclos de enseñanza obligatoria.
El futuro colegio de El Quiñón aspira a ser uno de los grandes centros concertados de la provincia. Estará compuesto por tres líneas integradas por nueve unidades (clases) de segundo ciclo de Educación Infantil, 18 unidades de Educación Primaria, y 12 de ESO. Fuentes conocederas del sistema educativo indican que cuando cubra todos estos ciclos de enseñanza obligatoria superará los 1.000 alumnos, una cifra similar a centros como el colegio Infantes de Toledo capital. Su adjudicación durará 50 años, aunque el concesionario queda obligado a solicitar el concierto educativo y renovarlo, cumpliendo las condiciones exigidas por Educación, en los plazos previstos, cada cuatro años.
Bueno, bueno, algun que otro se tendrá que tragar las tonterias que dice en este foro.
Por la boca muere el pez: algunos estarán dando las ultimas bocanadas