Muy Señores mios.
Teniendo en cuenta la situación que tenemos en la comunidad (cada uno hace lo que le dá la real gana, siempre en beneficio propio y sin molestar a los demás, por le momento...) he decidido por cuenta propia, quitar las lamas de mi tendedero y así poder ahorrar algo en electricidad, ya que me quitan luz a primeras horas de la mañana.
Y expongo que...
Hasta que el vecino del ático, no se desprenda de su lujoso cerramiento (que lógicamente, entiendo que lo haya hecho, ya que en verano tiene uno que tostarse ahí arriba), el vecino del otro ático, que también tiene un cerramiento, además de barbacoa de piedra (esto debería quitarlo por seguridad, o al menos meterla más hacia dentro de su terraza y no dejarla al ras de dicha terraza), el vecino del bloque "X e Y" no coloque sus lamas (a mí personalmente no me importa ya que estéticamente creo que hace un favor a los edificios que tenemos y aprovecha la luz que no nos entra (y yo me apunto) en el interior de la cocina) y que algún bajo que otro quite su compresor de aire acondicionado del mismo (a mí sigue sin molestarme y entiendo que al resto tampoco)...
YO Y DIGO YO seguiré con mis lamas quitadas e INVITO al resto de propietarios que se animen a quitarlas si realmente les quita iluminación en sus cocinas y desean hacerlo.
Las lamas bajo mi punto de vista no ofrecen ninguna ventaja y estéticamente hace que los edificios parezcan cárceles. Así mismo si hablamos que no se pueden quitar porque modifican la estética de la fachada, los que habéis colocado persianas en las cocinas y habéis hecho cerramiento de vuestras ventanas estáis modificando totalmente la "estética del edificio" (insisto, que a mí me da igual siempre que sea para un beneficio propio y no se moleste al prójimo).
Si es cierto que deberíamos realizar de nuevo una votación en conjunto o debatir sobre el tema, pero viendo que el resto de vecinos hacen lo que les da la gana yo, si no molesto a nadie seguiré con mis lamas quitadas y si a alguien le molesta que me lo diga a la cara.
Eh!!!!! y sin malos rollos, que aquí ya sabemos como las gastan.