Cada vez resulta más insoportable el ladrido continuo de algunos perros a los que sus dueños les permiten estar asomados tan felices a la ventana desde las 7 de la mañana para que den la serenata a todos los vecinos de las urbanizaciones circundantes. Concretamente, al perro que vive en Monasterio de Oseira, 3. Es insoportable su continuo ladrido y lo que no puedo entender es como los propios dueños lo aguantan. Por favor por respeto a los vecinos no le dejéis la ventana abierta.