ARTÍCULO SU VIVIENDA- DIARIO EL MUNDO

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EMPRESAS
El sector «modula» la subida de la VPO fijada por la CAM

MARTA BELVER


El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad Autónoma de Madrid, Mariano Zabía, presentó el Plan de Vivienda 2005-2008 a los promotores madrileños. A la espera de su aprobación en 2005, el programa tuvo buena acogida en el sector, aunque los empresarios recordaron a Zabía que todavía tiene muchas dudas que despejar.

Una vez efectuadas las cuentas públicas, le toca a las empresas hacer sus propios números. Y no a todas les salen. El establecimiento por parte de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) del precio máximo del módulo de VPO un 11% por debajo de lo que le permitía el Estado propiciará que algunas promotoras interesadas en este tipo de vivienda tengan que estudiar más detenidamente la viabilidad del mismo dentro de sus planes de negocio.

«Esperábamos una subida mayor, hasta el límite legal, y por tanto nos afecta en cuanto a que la parte de vivienda que íbamos a destinar a la venta tendremos que volver a replantearnos si es así», explica el presidente de Reyal Grupo, Rafael Santamaría, cuando se le pregunta en qué medida afecta a su actividad empresarial la decisión adoptada por el Ejecutivo regional. Y agrega: «Dependerá mucho de los costes reales que tengamos en el momento de su ejecución».

En la sede de Detinsa también trabajan con la percepción de que la venta de la VPO sigue por debajo de la realidad del mercado residencial. «Incluso con la nueva subida, su evolución en los últimos cuatro años es sustancialmente inferior a la evolución del precio de la vivienda libre», analizan en la compañía madrileña.

No obstante, tanto aquí como en otras muchas empresas se valora de forma positiva el interés manifestado en este sentido por el Gobierno que preside Esperanza Aguirre. Después de las subidas aplicadas, el coste máximo de la VPO en Madrid se sitúa en 1.474 euros por metro cuadrado.

«En muchos casos lo hace viable y, sobre todo, acerca a situaciones aceptables las promociones que antes claramente suponían pérdidas», resume el presidente de Larcovi, Jesús Martín de Prado. Muy similar es la posición de Hercesa, expresada a través de su director de Comunicación, Juan José Cercadillo: «En estos momentos estamos analizando la repercusión del cambio en el módulo en nuestras futuras promociones, aunque pensamos que la medida va a favorecer la promoción de este tipo de viviendas».

Ahora la principal preocupación se dirige fundamentalmente hacia el suelo. La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la CAM trabaja en una ley para la regulación de la materia prima de la construcción, que podría incluir modificaciones en lo relativo a esta tipología de vivienda.

Desde Bigeco, que quiere llegar a la cifra de 5.000 VPO anuales en un periodo de cuatro años, se formula una primera sugerencia. «Lo que nos hace falta es la creación de suelo licenciable sobre el que se pueda empezar a construir de inmediato, el disponible en la actualidad es muy escaso», detallan. Para Detinsa, «en los municipios de las zonas C y D, la construcción no resulta muy atractiva ; en las zonas A y B depende totalmente de los costes de obtención del suelo: coste del suelo en bruto, transformación, urbanización y/o concurso».

Otras figuras
Otra de las cuestiones que tiene en cuenta el sector es la creación de fórmulas alternativas a la tradicional VPO. «Es especialmente relevante, desde nuestro punto de vista, no sólo la subida del módulo, sino la reestructuración de la figura de protección y la creación para el próximo Plan de Vivienda de una tipología intermedia entre esta figura reunificada de VPP y la vivienda libre: la VVPL (Vivienda de Protección con Precio Limitado), como clara respuesta a una demanda social evidente», apunta Juan José Perucho, director de Aumay, empresa perteneciente a Avantis El Grupo Gedeco.

Precisamente en la aprobación de ese Plan de Vivienda muchos empresarios proyectan sus expectativas de VPO. «Hoy por hoy, la vivienda protegida la hacemos los promotores inmobiliarios más por responsabilidad que por rentabilidad», concluye Santamaría.


Un saludo,
Raquel.