Tahis, Ladelfocus, yo he practicado yoga y también pienso que es muy útil y muy beneficioso. Y lo mismo pienso del yudo, fútbol, pilates, así como de la mayor parte de las disciplinas deportivas, artes marciales, aficiones culturales, etc.
Estoy a favor de que desde las instituciones se preste apoyo con fondos y recursos públicos a todo lo que nos enriquezca física e intelectualmente. Naturalmente siempre dentro de unos límites en aras de la prioridad que obviamente tienen los servicios públicos esenciales.
Dicho esto, os diré que no tengo nada en contra de que desde el ayuntamiento se promueva el yoga o cualesquiera otras actividades e incluso que se ofrezcan como servicio público en las instalaciones municipales, ya sea con voluntarios o contratando profesores expertos. Sobre todo si la práctica de dichas actividades es difícil en la ciudad por no haber oferta privada
Pero lo que no apoyaré nunca es la presencia de empresas privadas con ánimo de lucro que no aportan ningún valor tangible al servicio público y cuyo único cometido es hacer de intermediario entre los trabajadores y la Administración. Y con esto no estoy diciendo que se creen plazas de profesores de yoga funcionarios. Sería suficiente con la contratación temporal o estacional porque el ayuntamiento ya tiene un departamento de recursos humanos y así el margen de beneficio que las empresas se llevan puede ir a parar a los sueldos de los trabajadores o a reducir el coste de los servicios.