En Madrid capital los patinetes también acaban tirados molestando y con riesgo de que alguien tropiece y se caiga. Los españoles (y no españoles) que moramos en la piel de toro no tenemos un nivel de educación y concienciación social suficiente como para tener estos servicios urbanos de transporte. Aunque no guste oirlo, es la realidad.
Quizás la única solución viable sea cambiar la vía pública por recintos habilitados en oficinas, bares, comercios, estaciones de transporte publico, etc. Incluso estaría bien que los usuarios pudiéran subírselos a casa para recargarlos, recibiendo contraprestación, claro.