He sido muchos años presidente y siempre he sido consciente de que lo aprobado en Junta va a misa.
Esto no quiere decir, que un presupuesto sea como la Constitución del Sr. Rajoy, hay que tomarlo como guia, pues al aplicar unos importes por concepto, entiendo que unos son constantes y fáciles de acotar, ejemplo, ascensor, luz, etc. dada su reincidencia, otros pueden ser propuestos sea por mejoras o por necesidades de mantenimiento, en este supuesto, siempre habrán unos estudios y presupuestos para llevarlos a cabo, estos se expondrán y votaran, luego estos se ejecutarán. Normalmente en este supuesto no hay problemas en un 90%, el resto y según sea la obra a ejecutar puede salir algún inconveniente no previsto (ejemplo, lleva el coche para un arreglo, hacen presupuesto y lo acepta, pero durante la operación le indican que hay que reparar algo que no lo habían visto antes de abrirlo y que subirá más, que hace?, yo siempre he tomado la decisión de tirar hacia adelante y terminar la obra iniciada, siempre informada por el industrial y comentada con el resto de la Junta. En la Junta Ordinaria, se exponen los hechos acaecidos y las decisiones pertinentes tomadas. Luego y por último, existen los atropellos inesperados y urgentes, ej. fugas de agua, baldosas levantadas, etc., que si lo cubre el seguro adelante, en caso contrario lo tiene que acometer la Cdad., aqui no hay más remedio que tirar adelante si se considera urgente. Si hay tiempo, se deja de ejecutar algún trabajo, a efectos de no pasarse de presupuesto, en caso contrario, se ajusta en la Junta Ordinaria con la derrama pertinente.
No se si me he pasado, este es mi criterio y me ha ido bien.