Pintura a la cal: barato y práctico
por Manuel G. Blázquez
El temple es una pintura barata y muy fácil de aplicar, que admite tintes y se mezcla con agua, por lo que seca rápidamente y deja transpirar las paredes. Una forma clásica de pintar los techos y paredes interiores de tu vivienda que te permite renovar el aspecto de tu hogar de manera periódica.
Herramientas y materiales
Rodillo, brocha -especialmente brocha de recortar-, cubo de pintura y escurridor, temple, anilinas o tintes y agua. Si tienes que restaurar la pared o rellenar grietas, pasta de relleno
y una espátula.
Preparar la superficie
- Antes de comenzar a pintar hay que observar bien la superficie que se va a tratar. Debe estar en buen estado.
- Comprueba la adherencia del revestimiento, normalmente yeso. Si está suelto por alguna parte, raspa bien, aplica pasta de relleno y yeso y alisa para igualar con el resto de la pared. Si es necesario, lija cuando haya secado.
- Con las grietas actúa de la misma manera. Si son persistentes, adhiere una gasa o cinta especial con la pasta de relleno, deja secar y lija.
- Si la pared ya estaba pintada al temple, te será muy sencillo quitarlo con un trapo húmedo
y una espátula.
Mezclar la pintura
- La pintura al temple se compra en bolsas de plástico y es una pasta correosa que se mezcla con agua. De hecho, el éxito del acabado reside en una buena mezcla.
- Vierte en un cubo los kilos de temple que necesites para cada habitación, según el rendimiento recomendado por el fabricante. Comienza con una proporción de un kilo de temple por medio de agua. Si te resulta demasiado espeso, añade medio litro de agua más. La pasta resultante no debe quedar ni muy líquida ni demasiado espesa.
- El agua y el temple se deben mezclar muy bien. Utiliza un palo para dar vueltas hasta conseguir uniformidad o un batidor de pintor acoplado a la taladradora.
- Si mezclas tintes o anilinas, disuélvelos primero en agua, según la proporción que desees, y añádelos después al temple. Debes remover muy bien, procurando que no queden grumos. También tienes que guardar la proporción de la mezcla, por si quieres pintar igual en otras ocasiones.
Rodillo y brocha
- Pinta paredes y techos con la mezcla, empezando primero por los techos y después por las paredes.
- Para uniformar el resultado, trabaja con el rodillo en zigzag y después realiza pasadas lisas.
- En las paredes comienza desde arriba hacia abajo. Mientras pintas, fíjate en las posibles salpicaduras. Límpialas antes de que sequen. Los rincones y juntas entre pared y techo los puedes pintar con brocha de recortar. Si lo deseas, aplica una segunda mano de pintura cuando la primera capa se haya secado. Puedes hacerlo en el mismo dura, ya que esta pintura seca con rapidez.