Estimado Rigel. A Acaro no le molesta nada. Tan solo señala el echo. Acaro lo único que desea es que se instalen en las susodichas pistas los consabidos programadores de gasto energéitico, de modo que si algún chaval o algún adulto deciden utilizar las instalaciones en horario nocturno, no sea la comunidad en conjunto la responsable de un gasto que, hoy en día y según estan las cosas, considero innecesario.