www.elmundo.es/suvivienda/2002/259/1025189441.html
La exigencia obliga
En Bigeco consideran que «el cliente es cada vez más exigente y precisa una atención completa y personalizada, tanto en venta como en posventa. Por eso, contamos con personal propio para llevar a cabo estos arreglos».
Al igual que en otras empresas Larcovi ofrece al cliente una visita de revisión de calidades antes de la entrega de llaves y otra tras la misma. Aparte de estar atentos por si durante el primer año surgen otra clase de problemas más serios o que anteriormente pasaron desapercibidos.
«Las reclamaciones se cierran cuando el cliente dice que está conforme», según señala Paloma Vázquez, directora de Calidad de la empresa.
La realidad para Paloma Vázquez es que «se trata de un servicio muy demandado y que quizás, al menos en nuestro caso, no cuenta con la suficiente difusión. En ocasiones, la calidad de esta prestación depende de la demanda del propio mercado de viviendas. En épocas de mucha venta, algunas promotoras inmobiliarias sólo se ocupan de vender, de colocar el producto resintiéndose las calidades, mientras que si el mercado está más tranquilo se atienden más los detalles».
Todas las fuentes consultadas han mencionado el hecho de la obligatoriedad de la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE), en vigor desde mayo del año 2000.
La Ley no obliga a tener un servicio posventa, sin embargo ampara al propietario controlando mediante el periodo decenal que los promotores arreglen los posibles vicios ocultos que puedan aparecer.