Si podemos disponer libremente de los locales podíamos dejar uno de ellos para reuniones y fiestas de cumpleaños de niños (y mayores...) y el otro alquilarlo para que se monte un negocio (a ser posible poco ruidoso y que genere pocos olores...) Eso podría servir de buena ayuda para el pago de la comunidad.
En mi opinión, los gimnasios de las comunidades de vecinos son muy tristes y fríos. Además, yo creo que cuando alguien va a un gimnasio no sólo lo hace por salud y estar en forma, lo hace por socializar un poco, pasar un rato distendido, desestresarse... Y en el gimnasio de una comunidad tienes suerte si un día te cruzas con un vecino...