Eso sí, es bastante engorroso pues hay que mover muebles e ir cambiando las tablas que están mal por las nuevas a la vez, una a una, la casa se llena de polvo y durante el tiempo que dura se hace mucho ruido y es bastante molesto para los de la casa y también para los vecinos cada vez que sierran las tablas de tarima. La casa se te queda para hacer una limpieza a fondo durante un día una vez terminado.