¡Qué nombres de calles más horrorosos! Las promotoras buscando nombres bonitos -las fuentes, el olivar, monteoliva, etc - y luego el ayuntamiento se encarga de estropearlo todo con esa lista de personajillos que máldita la gracia que nos va hacer tenerlos que repetir una y otra vez cuando nos refiramos a nuestros domicilios.
Hay una gran cantidad de palabras agradables para poner un nombre a una calle. Términos de la naturaleza, la astronomía, la filosofía, las ciencias, la música ...y muchísimas otras ; la lista sería interminable, pero sin utilizar nombres propios.
Siempre será más agradable vivir en la calle de "Las Estrellas", o de "La Poesía" o de "El Violín" o de "El Pensamiento" o cualquier otra que no del Gran Cardenal ese. ¡¡puaf!!
A los que vamos a vivir en las nuevas urbanizaciones nos tendrían que dejar elegir por votación cómo se van a llamar las calles.
Un saludo