Garaje

Había una vez una plaza que era de la EMV.
Y hubo un coche (azul para más señas) aparcado en ella.
El coche no se movía.
Nadie sabía de quien era, y mucho empezaron a susurrar sobre este hecho.
Como el coche no se movía, el polvo se acumulaba en el, y unos dedos dejaron algunas palabras de no muy buen gusto.
Otros dedos (quizás los mismos pusieron silicona en las cerraduras)
Un dia el coche se movió a otra plaza que nunca había sido ocupada.
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Resultó que la EMV se había equivocado en la adjudicación de las plazas y a un vecino le dieron una plaza que después le rectificaron por otra.
Mientras tanto el propietario del coche recibió, familiar directo del vecino, recibió alguna llamada telefónica de alguien que se quejaba de que estaban aparcando en su plaza.

Como el coche se fué a otro sitio ...
colorín colorado este cuento se ha acabado.