Seseña, capital del fiasco inmobiliario
Una maraña de grúas mustias, en reposo, planea sobre la macrourbanización de Francisco Hernando, Paco El Pocero, en Seseña (Toledo). Tras la pomposa entrada, con un retorcido monumento y el nombre del constructor en letras doradas, aparece una ciudad fantasma. Las persianas de las miles de viviendas están selladas a cal y canto. Apenas hay coches ni personas, y las que hay provocan un inquietante eco sólo con el ruido de sus pasos.
Publicada
7/4/2008
Leer noticia completa en
El País