¿Venderías tu casa en una subasta por internet? y, ¿la comprarías?
El gancho es perfecto. Un inmueble a subasta con un precio sensiblemente inferior al del mercado. El potencial comprador lo percibe como una ganga y decide pujar por él. Cree que se podrá llevar el gato al agua y, finalmente, el vendedor consigue un precio sensiblemente superior cuando finaliza la puja.