Que la Junta de Compensación es de vergüenza no es algo nuevo. Es lamentable q quienes trabajan allí no sepan hacer bien su trabajo por que otro gallo hubiera cantado. Hablo de gallos porque alguno parece que ha salido del pueblo este año (sin desmerecer) y entiende más de animales que de números.
Desgraciadamente, es el siguiente obstáculo. Aquel a quien Ángel Alberto llamaba a defender ante las causas abiertas.
No a todos por allí le gustan los gallos, también les gusta el suelo. Sobre todo sus usos.