Vamos a ver, sin entrar en mucho detalle, que sólo afecta a los cooperativistas de Ankar. Lo primero que debe tener claro una persona que entra en una Cooperativa, es que el precio cerrado, sencillamente no existe. Es la Cooperativa la promotora, y en este caso, las gestoras, Comartos o cualquiera, firma un contrato con la Cooperativa, para decirlo fácil, es un mero “empleado” de la primera.
A las gestoras se les puede exigir que se ajusten a lo firmado entre su contrato y la Cooperativa, y que no haya desviaciones de costes sobre lo proyectado. A partir de ahí, muchos costes sobrevenidos puede que no vengan proyectados, y ahí, amigo mío, las Cooperativas no tienen precio cerrado, os pueden contar lo que quieran, pero no es así.
Posibles desviaciones en el precio por estimaciones mal realizadas son: Tema de suministros y acometidas. Requerimientos de los Inspectores de Ayuntamiento y Comunidad para otorgar la calificación definitiva que no se encontraran en el proyecto inicial.
En una promoción directa, cualquier sobrecoste se lo come la Promotora, que es la que se lleva el beneficio, en una Cooperativa es igual, con el matiz de que es la Cooperativa la Promotora. La Gestora no se lleva beneficio de cada venta, únicamente lo estipulado en el contrato por sus gestiones.