Si empezamos con la iglesia católica (que no digo que no), habría que seguir retirando subvenciones millonarias a otras entidades que son sectas al servicio de la izquierda y los globalistas: asociaciones de vecinos y federaciones (tipo FRAVM), asociaciones lgtb, asociaciones feminazis, ONGs promovedoras de la inmigración ilegal, cruz roja, ecologistas, sindicatos, etc. Yo no digo que no existan, ojo, pero que se autofinacien porque anualmente se destinan miles de millones públicos y es un verdadero despilfarro.