Bastante contundente, pienso que nos queda mucho camino que recorrer y es importante concienciarse. Enhorabuena por el texto.
En las próximas semanas se producirán como
es habitual a principios de curso, las Asambleas
anuales de las AMPAs y en algunos
colegios también las elecciones para renovación
de los representantes de los padres en el Consejo
Escolar. AMPAs y Consejos Escolares son las 2 herramientas
que nuestro Ordenamiento Jurídico pone en
manos de los padres para que podamos desarrollar dos
derechos fundamentales básicos dentro de la Comunidad
Educativa, el derecho de representación y el de
participación.
El correcto desarrollo de las tareas que llevan a cabo
son claves en la educación de nuestros hijos, identificando
y persiguiendo la corrección de los defectos o
lagunas en la misma, buscando el equilibrio entre los
intereses del colegio y los de los padres -educativos
y económicos, en el caso de los colegios concertados
y manteniendo un dialogo continuo entre los padres y
entre éstos y colegio.
Sin embargo, es habitual la lamentable imagen de que
la Asamblea anual de los AMPAs tenga un nivel de
afluencia por debajo de mínimos democráticos aceptables,
lo que no impide que luego muchos progenitores
ausentes en la misma busquen con insistencia a los
miembros de la Junta del AMPA y del Consejo Escolar
para que eleven sus quejas a la dirección del colegio.
La
asistencia a la Asamblea del AMPA es vista como un
riesgo de ser elegido como miembro de la Junta, idea
que se rechaza prefiriendo adoptar posturas mas cómodas.
Es urgente que todos los padres reconsideren esta actitud
cicatera de forma inmediata. Los miembros de la
Junta Directiva de las AMPAs llevan un mínimo de un
curso trabajando para mejorar la educación que reciben
todos nuestros hijos y lo mínimo que podemos hacer
es que tengan el reconocimiento de nuestra presencia
en las Asambleas, por un lado que merece su esfuerzo
y por otro lado el respaldo que merece la actividad tan
importante que desarrollan.
Y no un respaldo moral de
palmadita en la espalda, que no siempre llega de los
beneficiados incluso después de haber gestionado una
situación conflictiva con la dirección del colegio, sino el
respaldo activo con la involucración voluntaria activa
de nuevos padres en las Juntas Directivas, que permita
la necesaria rotación de puestos y la incorporación
de nuevos bríos y nuevas ideas.
A cualquier progenitor
se le debe pedir un mínimo de colaboración activa, por
obligación moral y personal y porque no se puede pretender
que las mismas personas sacrifiquen su tiempo
personal año tras año en perseguir los intereses de todos.
Es el momento de dar un paso adelante.