Hubo un tiempo en el que este foro fue feliz.
Un tiempo en el que los vecinos acudíamos a este lugar para leer e informarnos, para saciar nuestra curiosidad, para crearnos una opinión en base a quien o quienes escribiera/n tal o cual mensaje, para curiosear, para compartir, para transmitir nuestras preocupaciones, para aconsejarnos, para manifestarnos en contra o a favor de, para saber qué es lo que estaba pasando a nuestro alrededor, para unirnos, para conocernos, para divertirnos, para criticar desde el respeto y con el uso de la palabra como mayor arma arrojadiza.
Un lugar etéreo en el que aquellos que veníamos de fuera nos encontramos de pronto hablando de nuestros problemas, de cómo solucionarlos, de cómo sería nuestro futuro en Miramadrid/Paracuellos, de guarderías, colegios, pluviales, etc,etc, al tiempo que compartimos con ilusión los múltiples beneficios que nos ofrecía el nuevo hogar.
Un sitio en la red donde también le pusimos cara a los políticos de turno y a sus actos, donde empezamos a conocer quien o quienes estaban detrás de las decisiones que nos afectaban en el día a día pero sobre todo en nuestro futuro, donde se manifestaron y unieron voces que dieron pie al nacimiento de plataformas, asociaciones e incluso de un partido.
Este fue un espacio donde se cruzaron y entrelazaron muchas opiniones, diferentes y encontradas posturas, donde se crearon empatías y se forjaron verdaderas amistades, donde todo el mundo tenía cabida fuera azul, naranja, verde o rojo mientras estuviera dispuesto a debatir y a expresarse con respeto, donde las intervenciones A CARA DESCUBIERTA de políticos con nombre y apellidos siempre fueron seguidas y aplaudidas por aquellos que veían en la diversidad de la oferta una buena oportunidad para fijar su criterio cuando llegara el turno de acudir a las urnas.
En este lugar, y con la precisión de un reloj suizo, cada tres años y medio irrumpían una decena de nuevos nicks que comenzaban una guerra de guerrillas particular disparando cientos de post a diestro y siniestro con un objetivo tan descaradamente partidista que eran asumidos incluso como daños colaterales por parte de los asiduos del lugar. Con la misma precisión, las hostilidades cesaban siquiera transcurridas 24 horas desde que los Paracuellenses hubieran pasado por las urnas y el foro recuperaba su pulso de normalidad sin guardar rencores ni exigir cuentas a quienes pretendieron utilizarlo de manera tan efímera como grotesca.
Contemplando su creación desde lo alto de su pedestal, el guardián de nuestro pequeño mundo se frotaba las manos contando en € cada post, cada hilo, cada nueva canción. Nadie osaba molestarle ni perturbarle y sus “criaturas”, para bien o para mal, habían aprendido a gestionarse solos, a limitarse (o mejor dicho a no extralimitarse) en su lenguaje y en sus formas para que nadie tuviera que interrumpir su descanso en el Olimpo de los administradores.
Pero hete aquí que los tiempos cambiaron, las redes sociales evolucionaron y la forma de entender la comunicación también cambió con ellos. Aparecieron los Trolls, los multinicks, los multi users. El lenguaje sincero y directo ya no interesaba a nadie, ir A CARA DESCUBIERTA ya ni era primordial, ni era práctico, ni ofrecía réditos sin tener que asumir un riesgo excesivo o innecesario. En este nuevo tiempo cualquier bulo, cualquier acusación, cualquier chisme por muy irrisorio o infundado que resulte tiene que ser desmentido por el acusado ipso facto porque de no hacerlo el silencio otorgará credibilidad al acusador mientras que en caso de dar cumplida respuesta se abandonará el objetivo inicial para apuntar a otro nuevo objetivo y así sucesivamente hasta la saciedad.
Tanto la vieja y rancia política como la savia “nueva y fresca” creyeron reconocer un arma poderosa en este mundo intangible e intentaron por todos los medios hacerse con su control. Primero a la antigua usanza, tratando de seducir y embaucar a un público que en ocasiones se mostró demasiado conocedor del entorno e inteligente como para sucumbir sin más a sus cantos de sirena, luego, pasando a tildar de seguidor, palmero o interesado a todo aquel que no mostrara reverencia ante sus opiniones y finalmente, señalando, acusando y sentenciando a la hoguera del baneo a todo aquel que osara llevarle la contraria o desacreditarle.
Y así, amigos, llegamos a los tiempos actuales, a un foro donde un grupo de hooligans se pasean cual “patrulla justiciera” dispuestos a lanzar insultos, improperios o ataques personales contra quienes traten de disuadirles de su actitud, un foro en el que A lanza la mentira, B la apostilla y C la da como certeza siendo A, B y C la misma persona o personas, donde los vecinos y foreros de verdad se asoman de vez en cuando para comprobar que la “patrulla justiciera” sigue campando a sus anchas sin freno y donde ya no tiene cabida ni el debate, ni la reflexión, ni el respeto, ni siquiera la disparidad de opiniones y mucho menos la información veraz y contrastada.
Entre tanto, incómodo o acobardado (elíjase lo que proceda) por la situación el “Dios del Olimpo” observa cómo quienes le despertaron de tan placentero y profundo sueño, en detrimento de los que otrora le convirtieron en “Dios” y le garantizaron la paz y la tranquilidad mediante la palabra y el respeto, no terminan de saciar su sed de banear a todo aquel que se interponga en sus intereses amenazándole con alterar su cómoda existencia.
Si, así es, hubo un día en que este foro fue feliz pero ya no recuerdo cuando.
Un saludo y felices vacaciones.