¡Saca al ciudadano que llevas dentro!
¿Por qué la urbanización de Miramadrid carece de aceras y pasos de cebra?
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Bonito slogan. Como todos los grandes eslóganes, al final van mucho más allá que el concepto que quieren difundir, y se convierten en cuasi refranes y referentes culturales, como las frases del famoso filósofo :-) del estilo:¡Te das cuen! o ¡No puedorrr! Pues eso, que el otro día mi mujer estaba con su coche en una rotonda, inconsciente ella, aguardando pacientemente el semáforo junto a un autobús. El conductor, por aquello de estar cerca de los poderes públicos, tenía el eslogan muy presente y, al sacar al ciudadano que llevaba dentro, arrancó el autobús y se llevó por delante la mitad del coche de mi mujer ; parece que se equivocó de cajón y en lugar del ciudadano sacó a la bestia, porque luego no quería parar ni hacer papeleo. Esto nos ha llegado justo en el momento en el que nos daban la casa en Miramadrid, por lo que nosotros que trabajamos los dos, hemos tenido que compartir el coche con suerte desigual, que paso a relatar.
Que conste que no soy un peatón vocacional, sino más bien un conductor al que le han amputado el coche. Pero el ciudadano que llevo dentro, muy dentro, no se amilana y decide llegar a Miramadrid desde Madrid usando el transporte público. No hay problema, el metro funciona razonablemente bien. ¡Cachis diez, el primer día ya tengo huelga! No pasa nada, mi recién exteriorizado ciudadano no se acogota y decide cogerlo hasta Barajas, para allí enlazar con uno de los múltiples autobuses. Increiblemente, mi ciudadano consigue ponerse en el centro de Paracuellos en un tiempo muy razonable. Estupendo. Viva Hercesa y el ayuntamiento. Cállate, ciudadano, que te estás pasando.
Bueno, tras esto, llegar a Miramadrid va a ser un juego de niños. Efectivamente, porque casi desde que era nino no tenía que subirme por semejantes montículos para evitar ser arrollado por un coche en el tramo desde que termina Paracuellos y con el la civilización, y empieza la acera de Miramadrid. El ciudadano se pregunta: ¿es mucho pedir que la acera se prolongue hasta el pueblo? Pero claro, si el alcalde ya nos ha hecho un favor con las cédulas de habitabilidad (a quien se la haya dado, claro), no se va a explayar más, y de gratis.
El ciudadano ya tiene ganas de volverse para adentro, pero no le dejo. No hasta que consiga cruzar la carretera por pasos de cebra inexistentes y entre en la urbanización, disputándoles el derecho de paso a los coches que pasan por la única entrada practicable, ya que la otra hay que cerrarla con una vallita cuando no entran los camiones de la obra. No vaya a ser que se escape quien sabe qué.
Mi ciudadano y yo conseguimos llegar a casa. No ha sido tan grave. Me ahorro contar la peripecia del camino que he de coger el día que decido ir por el otro lado de la calzada, atravesando obras, parajes vallados, inexplorados y casi vírgenes. Pero bueno, ya estoy en mi casa y paso la tarde tan plácidamente con mis hijas.
Llega la noche y mi ciudadano me vuelve a dar el coñazo. Que tires la basura en los contenedores de reciclaje. Vale, ya voy, ya voy. Me cargo con las cuatro bolsitas y me pongo a recorrer la urbanización en busca de la maravillosa recogida neumática. ¡Cachis diez, que están todos cerrados! El ciudadano, en un ataque cuasi metafísico, piensa que el alcalde y Hercesa han considerado que los primeros pobladores de Miramadrid somos tan afortunados que, en primer lugar, levitamos de gozo (de ahí que no haga falta aceras) y, en segundo lugar, nuestro espíritu debe estar tan henchido que nuestro cuerpo ya no necesita comer ni generar desperdicios de ninguna clase (de ahí que se piense que no vamos a generar basura mientras nos dure esta luna de miel espiritual)
Definitivamente mando al carajo a mi ciudadano interior y me pongo a blasfemar cual Roco Sigfredi cuando le cerraron la tapa del piano mientras tocaba con salva sea la parte. Y yo, no mi ciudadano, se pregunta: vale, no pido un autobus a la puerta de mi casa, ni un metro ni un tren, pero coño, ¿una acerita y un paso de cebra? Y en el colmo del sibaritismo, ¿un pequeño cubo donde echar la basura?
A quien corresponda