Rosino, a los especuladores no les importan un huevo esas desgravaciones cuando, por ejemplo, el ya desaparecido Jesús Gil, gran conocedor de estos temas relacionados con la evasión de impuestos, ponía a nombre de todos sus familiares, testaferros y sociedades fantasma sus propiedades para evitarse pagar a Hacienda o, lo que es lo mismo, desgravarse.
¿Para qué te crees que sirven la infinidad de sociedades registradas en, por ejemplo, Gibraltar?: Pues para, entre otras cosas, gozar así de las desgravaciones que afectan a multitud de bienes inmuebles en la Costa del Sol y otras zonas de España, ahorrándose además de pagar, por el hecho de estar en Gibraltar, el Impuesto de Sociedades español.
Nuestra querida Esperanza Aguirre, cuya familia y la de su marido poseen ingentes cantidades de suelo (rústico, urbano y urbanizable) en nuestro país, abogó no hace mucho desde el cargo que ocupa por una ley que redujera el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y que favoreciera (desgravara) las de los padres en favor de sus hijos. Ella tiene dos: ¿os imagináis el ´palo´ que le pegaría Hacienda el día que cedieda ella o su marido algunos de sus latifundios a uno de sus hijos? Además, si pone alguna de sus residencias a nombre de uno de sus hijos y éste la declara como vivienda habitual ya se está desgravando por ella...
Las desgravaciones están muy bien, pero al final los mayores beneficiados de ellas son siempre los mismos (quien más propiedades tiene, más se desgrava por ellas) y, no os olvidéis, ´Hacienda somos todos´...