Cita:
Las cartas marcadas sólo son peligrosas si lo único que busca el contrincante es ganar la partida. Si lo que le interesa a éste es el propio juego, disfrutar de la mano, puede ser hasta interesante, ¿no te parece?
La única intención que se tiene al jugar con las cartas marcadas es ganar. El que hace trampa solo disfruta ganando, el juego en sí pierde interés porque el contrario juega en inferioridad y encima no lo sabe ¿Dónde está la gracia?
El que verdaderamente disfruta es el que quiere ganar, pero sabe que también puede perder y es ahí donde está el intríngulis del juego.
Básicamente estoy de acuerdo contigo, creo que ya lo sabes. Lo mejor del juego es disfrutarlo sin pensar en el resultado :-)
En otro orden de cosas, decías que estabas apuntado a la luna y que un par de nosotros te estábamos mirando al dedo. Nuestro amigo Alonso también decía algo sobre los media y eso de las empresas inmobiliarias que tanto le gustan.
Por si acaso solo aclarar que, si no me equivoco, era una Misión comercial multisectorial organizada por el ICEX en colaboración con otros organismos como la Cámara de Comercio Europa-India. Este tipo de misiones se suelen promocionar a través de las Cámaras de comercio locales y es normal que si la representación de una comunidad es relevante, participe algún cargo político al que, normalmente se la preparado alguna agenda de acuerdos comerciales y de inversión bilaterales.
Se puede discutir qué demonios hacen los presidentes de las comunidades dando vueltas por el mundo, con el consiguiente gasto y duplicación de funciones en que se incurre, pero una vez que esto es así, nadie le puede negar el derecho a Espe McCain a ir a dónde le plazca a promocionar lo que le parezca más conveniente. En su momento los madrileños (paso de añadir el femenino) decidirán si lo hace bien o mal. A esto creo que se le llama democracia, pero no estoy del todo seguro.
Frivolizar sobre el tema de los calcetines de la Espe está muy bien. Siempre nos ayuda a soslayar la verdad que decía la Sra. McCain: estaban manchados de sangre. Personalmente frivolizar sobre una tragedia siempre me ha parecido, en su justa medida, elegante y útil para saber entender la realidad y poder soportarla. Un pequeño toque de humor (negro) británico. Transformar una frivolidad en asunto de debate me parece una horterada cutre y digna de cualquier tertuliano de pacotilla y medio seso, de esos que suelen salir los Mass media que tanto menciona nuestro amigo Alonsito, cuya mayor virtud es la de echarme una mano cuando mi cuerpo decide que he bebido demasiado y que me deshaga inmediatamente de parte de lo digerido.
A cuidarse,