En los próximos meses las noticias de este tipo van a ser la tónica habitual. Sólo hay que tener en cuenta que la terminal más importante del aeropuerto, la T4, es la que menos servicios hoteleros tiene en su entorno, lo que obliga a pasajeros y tripulación a alojarse en hoteles situados en Barajas, zona Juan Carlos I o el eje de la A2 entre Avenida de América y San Fernando de Henares. Pasar de eso a poder tener un hotel a 5 minutos en coche, es todo un lujo que pocos desaprovecharán. Además, con la inminente ampliación de IFEMA (que actualmente tampoco está muy bien surtida de alojamientos), el potencial de clientes es muy elevado.
Una vez sea firme la seguridad jurídica de todo el ámbito (a finales de este año o primer trimestre de 2019 máximo), arrancarán numerosas promociones de viviendas, los locales comerciales vacíos van a ir dando paso a nuevos negocios, más empresas hoteleras se instalarán en la zona de terciario (algunas de ellas con usos mixtos al añadir bajos comerciales), se escuchan cantos de sirena de alguna multinacional que estaría interesada en llevar sus oficinas a Valdebebas…
También finalizarán las obras de la escuela infantil municipal y la segunda ampliación del colegio Alfredo di Stefano (que casi se van a solapar con las obras de la tercera y última fase de ampliación) y quizás nos llevemos la grata sorpresa de ver el anuncio de un colegio privado/concertado que iniciaría sus servicios para el curso escolar de 2020/2021.
Por la parte de las administraciones, ya no van a tener excusas a las que agarrarse, y la inercia que va a coger el barrio en apenas un año, les obligará a comenzar las obras del parque urbano, no hará excusas para demorar más tiempo la llegada del centro de salud, instituto, segundo colegio público, centro cultural, biblioteca… Creo que en un plazo de 5 años máximo, Valdebebas no la vamos a reconocer ni los propios vecinos que llevamos aquí desde el primer día.
Toca luchar por la llegada del metro, pero eso más que una petición de los vecinos, será una necesidad cuando haya que transportar a los miles de empleados que cada día se desplazarán hasta el barrio para trabajar en las oficinas, hoteles y comercios de toda la zona del Fintech y el mega-centro comercial.
Esperemos que la solución no llegue después de la necesidad y que el Consorcio de transportes sea capaz de prever la gran demanda de transporte público que va a haber en la zona de aquí a 10 años máximo.