El barrio escombrera
Los vecinos que pagaron, bien pagada, su casa en la primera fase del Plan Parcial Estación asisten incrédulos a la transformación de las parcelas aún yermas en auténticos vertederos
Parcela en la que el Consorcio ha permitido un acopio provisional de tierras.
PatriciaÁ. Melcón / Burgos
Compre vivienda de lujo por sesenta millones de las antiguas pesetas ; disfrutará de un entorno privilegiado de vertederos de tierras y escombreras ilegales. Última oportunidad. Eso que acaban de leer podría ser un anuncio ciertamente malévolo pero ciertamente cierto. ¿El lugar? El Plan Parcial Estación, entre la Castellana, la vieja terminal y el nuevo distrito de Cellophane. ¿Las causas? Pues algunas están claras y otras no tanto. Primero, los hechos.
El citado Plan urbanístico es un elemento vivo por cuanto que, primero, se ha desarrollado una fase pero queda pendiente la segunda y, después, aún no está definida la reparcelación final ni el destino último de los suelos liberados por Adif en la zona. Además, se trata de un área muy sensible en cuyas proximidades los arquitectos Jaques Herzog y Pierre de Meuron planificaron elementos muy singulares del nuevo Burgos.
El problema es que mientras se decide el fin último de los suelos más aledaños a las antiguas vías, el lugar se está convirtiendo en un vertedero mayúsculo, algo muy similar a lo que ocurrió, para escarnio público, con el perímetro de la estación del AVE Rosa de Lima Manzano. Y eso, claro, a los vecinos les hace de todo menos gracia, máxime sabiendo que, estando el patio como está, la situación de verse rodeado de solares en barbecho puede ir para largo.
Dos de los tres solares ‘afectados’ por el impasse urbanístico se han colmado en las últimas semanas de toneladas de tierra. Son la más próxima de Castellana, en la que se ubicará un supermercado de Mercadona, y la más próxima a Cellophane, con un uso aún por dirimir. En estos casos sí existe una explicación y la previsión de que esos vertidos sean temporales.
«Se trata de un acopio de tierras que servirán para rellenas la urbanización de las viviendas de protección oficial que se construyen allí. Se lo hemos cedido para este uso temporal pero se retirarán para ejecutar la urbanización», explican fuentes del Consorcio para el desvío ferroviario (Ayuntamiento , Cajacírculo y Caja de Burgos), que es el titular de las parcelas.
Para lo que ya resulta más complejo encontrar una explicación es para el suelo anejo a la vieja estación. A pesar de ser una zona urbanizada, las ‘islas’ destinadas a acoger edificios, bien sean públicos o privados que, subrayan en el Consorcio, «es un asunto que está por ver», no presentan el mejor aspecto y, a diferencia de lo que ocurre en casos similares en los que la iniciativa privada no ha podido desarrollar sus planes debido al estancamiento del mercado, no están debidamente valladas para evitar que, como es el caso, haya quien prefiera ahorrarse unos euros en el vertedero y tire allí restos de obras menores y mayores.
Mallas metálicas, cemento, aislantes -algunos de ellos muy nocivos si se incendian-, escayolas... Hay de todo y así lo evidencian las fotografías que acompañan estas líneas. El acceso es libre para los caraduras que utilizan la parcela como vertedero particular, pero también para los muchos niños que ya residen en la zona.
Y esto está ocurriendo a pesar de que el Plan General de Ordenación Urbana, en el artículo 1.7.5. referido a los efectos sobre la propiedad, reza, textualmente, que «los propietarios de toda clase de edificaciones, instalaciones, terrenos y demás elementos urbanos protegidos o no deberán mantenerlos en buenas condiciones de seguridad, salubridad y ornato públicos, de acuerdo con lo dispuesto en la normativa vigente. El Ayuntamiento exigirá el mantenimiento de tales condiciones». El Ayuntamiento al que se refiere este artículo es el de Burgos, el mismo que figura en el Consorcio.
http://www.diariodeburgos.es/noticia.cfm/Local/20090316/barrio/escombrera/0BFA67F3-1A64-968D-599E90C89C0B0687