La Ley 1/2025, que obliga a hacer mediación antes de demandar, está causando problemas. Si te obligan a mediar, debería pararse el reloj de la prescripción, porque si no, te puedes encontrar con que has perdido el derecho a impugnar por culpa de los meses que pierdes esperando que se resuelva el conflicto en la mediación. Al final, te ponen una traba más.
En otros procesos, ya se sabe que los plazos de prescripción se suspenden mientras haces un trámite fuera de los tribunales, como la mediación. Si no te da resultado, no puedes perder tu derecho a demandar solo porque hayas intentado solucionarlo de manera pacífica. El tiempo que inviertes en la mediación no debería contarse para la prescripción.
El problema aquí es que la Ley 1/2025 no deja claro si la mediación frena o no los plazos de prescripción. Y esa falta de claridad crea inseguridad, porque te puede perjudicar si intentas resolver las cosas antes de ir a juicio. Si la mediación es obligatoria, deberían suspender los plazos de prescripción mientras dure. Si no lo hacen, lo único que consiguen es complicarlo más.
Si te obligan a mediar, deberían parar el tiempo de la prescripción. Si no, solo añaden más burocracia y la gente acaba perdiendo derechos por no saber cómo funciona todo.
No hace falta tener abogado para mediar, porque la mediación es más libre y flexible que un juicio. Pero, si el tema es complicado o tiene cosas legales serias, como contratos o disputas de dinero, puede ser útil tener uno. Un abogado puede ayudarte a entender lo que te corresponde y asegurarse de que el acuerdo que firmes sea justo y legal.
Aunque no es obligatorio que el abogado esté durante todo el proceso, puede ser útil cuando llegue el momento de hacer el acuerdo final, para que todo quede claro y legal. En resumen, no necesitas un abogado para mediar, pero tener uno te da más seguridad.