Al amigo que me dá lecciones magistrales de padel no le pago. Cuando se planteó este problema hace tiempo le informamos que la comunidad nos impedía abonarle cualquier tipo de honorarios. A pesar de todo el pobre hombre sigue viniendo cada vez que tenemos pista y con alguna cenita lo solucionamos. No tengo ni puta idea de como resuelve el tema de su hipoteca.
A veces la cena es en un restaurante y otras en casa, para lo cual pasa por la zona común y sube en ascensor, desgastando las instalaciones comunes, incluso a veces dá la luz del portal. Estoy pensando como solucionar este grave conflicto pero no se me ocurre nada.
También vienen a mi casa una profesora de inglés y una empleada de hogar que me lava y me plancha muy bien. También pasan por aquí los de la caldera, alarma, limpieza de cristales, reparto a domicilio, etc., y todos estos sí que cobran, se lucran a mi costa y hacen uso de instalaciones comunes para llegar.
Incluso este verano pensé en apuntarme a las clases de natación en la piscina. Menos mal que al final no se organizó el grupo porque entonces sí que habría motivos para que miles de vecinos estuvieran hasta las narices de mi mal hacer.
Empieza a denunciarme pero te recuerdo que cuando reservo la pista (siempre cumpliendo lo marcado), durante la hora reservada es de uso exclusivo mío, tan privado como mi propia casa, la pista no se comparte y puedo hacer uso de ella de la manera que crea más oportuno, siempre que este uso no perjudique a nadie ni a la propia pista.
No conviene confundir este punto con el gimnasio.
Cuando reservas la pista dejas 2 euros en la garita y al retirarlos, si has utilizado la luz, te devuelven solo uno. En caso contrario te devuelven los dos. Estas son las normas establecidas. No las puse yo, simplemente me limito a cumplirlas.
En cuanto a la canasta, a mí tampoco me preguntaron. Un buen día me la encontré y nada más. Aunque pueda parecer raro, me parece una buena idea. Quizá convendría estudiar un poco más su ubicación para no producir tantísimas molestias como produce. Es probable que existan vecinos dispuestos a sacrificarse por ella. Actualmente no me molesta pero no me importaría excesivamente que me la plantaran debajo de mi casa. Habría que consultar al resto de implicados.
Cualquier cosa con tal de conseguir una convivencia medianamente satisfactoria y educada.
Supongo, no lo sé a ciencia cierta aunque se lo preguntaré, que mi doméstica y la profesora sí que utilizan el dinero para sus respectivas hipotecas. Si también crees que rozo la ilegalidad más absoluta, por favor házmelo saber y seguro que llegamos a un acuerdo entre todas las partes implicadas.
Yo añadiría "Churrería la Canasta del Presi por mis Santos Cojones". Ya me la estoy imaginando desde mi ventana, con sus molestias y todo.
Saludos y pongamos nuestros esfuerzos en solucionar los verdaderos problemas de la comunidad, que no son precisamente éstos que aquí se comentan.
Un abrazo.