Apertura del intercambiador de la Puerta del Sol (C3-C4)

¿Qué es el gigante de 30 metros bajo la Puerta del Sol?

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Publicado en el Periodico El Espejo de Aranjuez..com  de fecha 26/06/2009

Un gigante de 30 metros bajo la Puerta del Sol

MIGUEL OLIVER / ABC /MADRID
La apertura del intercambiador de la Puerta del Sol hará que los trenes de Cercanías (líneas C-3 y C-4), los nuevos Civias, que hoy pasan por la estación a 80 kilómetros por hora, tengan que parar. Evidentemente aumentará un poco el tiempo del trayecto, hoy cifrado en 12 minutos entre Atocha y Chamartín, pero el cambio será evidente para muchos usuarios que llegarán directamente al centro de la ciudad.
Para otros viajeros el cambio ya empezó con la apertura del segundo «túnel de la risa», durante el mes de julio del año pasado, y se incrementó con el aumento de servicio que Renfe decidió poner en marcha en septiembre para aprovechar las nuevas vías de la infraestructura. A partir de esa fecha, se duplicó la frecuencia de trenes en hora punta a lo largo del eje del paseo de la Castellana, mediante la incorporación de 140 nuevas unidades.
Desde hace cinco años un monstruo late con fuerza bajo la Puerta del Sol. Un gigante de 30 metros de altura y 3.000 metros cuadrados de superficie. Está previsto que despierte el próximo sábado. Es el nuevo intercambiador de transportes. Un prodigio de la ingeniería que conectará la red de Cercanías con la de Metro.
La infraestructura permitirá que los trenes de las líneas C-3 y C-4 (Parla y Aranjuez) puedan alcanzar, sin hacer transbordo, el mismísimo corazón de la capital. Además, ofrecerá a sus usuarios la posibilidad de enlazar con las líneas 1, 2 y 3 del suburbano para desplazarse hasta otros puntos de la ciudad.
Los cálculos del Ministerio de Fomento estiman que unas 750.000 personas pasarán a diario por esta «megaobra». En cada hora punta unos 20.000 viajeros transitarán por sus pasillos de forma simultánea. Todas estas cifras han tenido mucho que ver a la hora de dimensionar la estación. Para los andenes el cálculo se ha basado en la medida de un tren doble, 200 metros, lo que les ha llevado a medir 207 de longitud: más de 20 metros de ancho y 15 de alto.
Las dimensiones del vestíbulo quitan el hipo: en sus 30 metros de altura cabría un edificio de nueve plantas. Cuenta con seis niveles de sótano, que van desde la entrada de la estación hasta el nivel en el que se encuentran los andenes de Cercanías. En total, se han invertido140 millones de euros en la obra, y casi 400 trabajadores han sido los que han estado rematando los trabajos.
La intención es que esta megaestación se convierta en un punto de atracción para turistas y curiosos. Por este motivo, el diseño interior también se ha cuidado mucho. Antonio Fernández Alba, académico de Bellas Artes y de la Española de la Lengua ha colaborado con el Ministerio para dar un tratamiento museístico a las instalaciones.
Réplica del reloj
En su interior se incluye una réplica del reloj de la Puerta del Sol. Sin duda alguna el mayor polo de atracción para todos aquellos que transitan por la plaza. Esta reproducción se colocará en el vestíbulo y podrá ser visible nada más adentrarse en las entrañas de la estación.
También en este punto reposan desde hace meses los restos de los cimientos de la iglesia del Buen Suceso que obligaron a parar la obra durante casi un año para lograr su recuperación. Los usuarios de la estación podrán ver, tras una protección de cristal, nueve bloques de piedra -algunos con balas de cañón incrustadas- que pesan unas 155 toneladas. Estarán situados en un lateral, junto al acceso principal a la estación, entre Alcalá y la Carrera de San Jerónimo.
La intención era depositar estos restos casi en el mismo punto donde fueron encontrados: muy cerca del famoso anuncio de Tío Pepe bajo cuyo edificio estuvo, en su día, la iglesia del Buen Suceso.
La obra también modificará el perfil en superficie de la Puerta del Sol. Una enorme «oruga» de cristal acampa ya desde hace un par de meses en un lateral de la plaza. Hará las funciones de entrada y salida principal de la macroestación. La boca de Metro de Montera también se ha sustituido por otros dos accesos que permitirán llegar tanto al Metro como a Cercanías, al igual que ocurre en la boca que se sitúa junto a Carretas. Por el contrario, el acceso que se encuentra en las calles de Mayor y Arenal, junto a las vendedoras de lotería, sólo permitirá la entrada a los usuarios del Metro.
El secreto del laberinto
El laberinto del intercambiador esconde también algún secreto, como la nueva comisaría de policía. Los agentes contarán con nuevas instalaciones que estarán situadas en los niveles 3 y 4 del subterráneo. Serán mucho más grandes que las actuales, ya que duplicarán la capacidad de la anterior. Como ejemplo, hay que citar que las nuevas dependencias contarán también con cinco calabozos.
La inauguración de la macroestación de Sol pondrá fin a un lustro de enfrentamientos entre el Ministerio de Fomento y la Comunidad de Madrid. No había mes que Esperanza Aguirre se quejara de la tardanza del Gobierno central a la hora de acabar la obra. «En cuatro años nosotros hemos hecho 90 kilómetros de Metro y construido otras 90 estaciones. Y ellos llevan cinco años para hacer una sola estación».
Hace un año, Magdalena Álvarez ya confirmó que los trabajos de construcción terminarían este verano. La llegada de José Blanco al Ministerio permitió fijar la fecha de inauguración: el 27 de junio. Atrás quedarán años y años de obras, ruido, polvo, vallas, camiones, hormigoneras, grúas... En definitiva, un sinfín de molestias que han tenido que padecer los trabajadores de esa zona -entre la que se encuentra la propia presidenta del Gobierno regional-, así como los turistas que se decidían a visitar uno de los enclaves más reconocidos de Madrid.
El oso y el madroño, por fin, podrán quitarse la mascarilla y dejar de respirar polvo. El kilómetro cero volverá a lucir con esplendor. Esperanza Aguirre recuperará las maravillosas vistas a la plaza desde el balcón de su despacho. Los turistas podrán disfrutar de la magnitud del entorno... Y los vecinos de Parla y Aranjuez se podrán plantar en pleno centro de la ciudad en menos de quince minutos.
Para que luego digan que el intercambiador no hará feliz a todo el mundo. Al menos, José Blanco respirará tranquilo.