Se sigue aparcando en la glorieta próxima a la plaza de la Unesco, al lado del hotel, y se aparca no solo en el carril bici, sino a ambos lados de la calzada.
Ya de por si resulta complicada la circulación por esa glorieta donde no se sabe ni por donde tienes que circular como para que, especialmente los fines de semana por la proximidad del campo de golf, uno se encuentre con un auténtico pasillos de coches que impiden la visión por completo.