Un despropósito más. Aprovechando este teórico asfaltado, llamoa al tal Gregorio de Dragados y le comento que en mi plaza hay un pequeño charco de agua que lleva varios meses allí, y que justo me pilla donde la puerta del conductor, con lo que no me que da más remedio que pisarlo cada vez que cojo el coche. Asombrosamente me dice que ese charco lo formarán las ruedas del coche cuando llueve y entro en el garaje, y que eso no lo reparan ellos, vamos que me joda y siga pisando el charco, manchando el coche y demás.
Así que esperaré a que terminen, pondré la queja, y que lo arreglen y tengan que volver a pintar la plaza.
Acojonante una vez más. (perdón por las expresiones pero es que me tienen ya calentito)