El problema lo tendremos cuando Miramadrid dentro de unos pocos años este lleno de adolescentes y por no haber pedido con insistencia unos años antes el metro, nuestros hijos o los de nuestros vecinos tengan que depender siempre de papa o mama taxista para cualquier trayecto a Madrid, ante el miedo a que les pase algo esperando un puñetero autobús en cualquier parada de Miramadrid. Eso para los que ahora creen que el metro o el tren es un tema secundario.