El hundimiento económico propicia una avalancha de impagos y morosidad en las comunidades de vecinos:
¿Qué pasa si no puedo pagar el recibo de la comunidad por el coronavirus?
Una crisis sobrevenida y tan repentina como la generada por el coronavirus pondrá en apuros a familias que hasta ahora no se habían planteado tener problemas para afrontar ciertos pagos habituales. Una posibilidad tan real que el Gobierno ha prohibido el corte de servicios públicos esenciales durante la crisis a los consumidores vulnerables y que ha llevado a pensar a algunos de ellos qué pasará si no pagan los próximos recibos de la comunidad.
«Si se tiene problemas para afrontar las cuotas lo más acertado es dirigirse al administrador para analizar juntos qué maneras hay de fraccionar los pagos durante una temporada».
Es cierto, que pese a que la ley lo permite, denunciar a las primeras de cambio no es lo acostumbrado y que además mientras dure el Estado de Alarma ni siquiera van a poder celebrarse juntas (las denuncias han de ser necesariamente decididas en ellas) o que los juzgados de lo civil únicamente están atendiendo cuestiones más urgentes. Pero también lo es que al final siempre hay que pagar, de modo que lo más recomendable para evitar después deudas demasiado elevadas es «dar una explicación, plantear la cuestión cuanto antes».
«Considerar moroso a un vecino porque puntalmente no pueda pagar una cuota yo lo veo un poco exagerado. Para empezar porque quizá tras el impago haya un problema bancario. Moroso para mí es quien de forma reiterada no atiende sus obligaciones con la comunidad. Lo sabemos todos, porque en una comunidad de vecinos se conoce todo el mundo. Todos sabemos que hay quien lo es por una serie de circunstancias personales o profesionales y también hay quien resulta ser un profesional de pagar tarde y mal y espera a la víspera de celebrarse la junta para ponerse al día».
Alquiler de locales
Si el impago viene de algún local alquilado, se recomienda a la comunidad tener un poco de cintura. «Yo siempre digo que el mejor inquilino no es el que más te paga sino el que te paga regularmente durante más tiempo.
Si la comunidad es propietaria de un local en el que hay negocio que estos días permanece cerrado, habría que tener una consideración con su responsable», explica. Es decir, la comunidad no está obligada a nada, pero si el inquilino ha cumplido hasta ahora con sus obligaciones resulta preferible ayudarle rebajando durante un tiempo los pagos o aplanzándolos un poco que arriesgarse a encontrar uno nuevo que resulte peor pagardor.
Por otra parte, las comunidades en ningún caso pueden imponer intereses sobre las cuotas impagadas. Eso únicamente puede hacerlo un juez si lo ve oportuno. Es, además, una reclamación que tampoco conviene siempre. «Hay algunas comunidades que sí lo contemplan en los estatutos, pero son muy antiguas. Los intereses no se suelen pedir porque si el tribunal no te da la razón en la totalidad de la demanda te encuentras con que las costas las pagas tú. Aunque en los estatutos figure, por ejemplo, el cobro de un 12% por los intereses, si eso no coincide con el interés legal que marca el Banco de España el juez lo va a rechazar. Si estima que no ha lugar a los intereses te puedes encontrar con que, por haber reclamado una cantidad insignificante como interés por los retrasos, te toca pagar el abogado y el procurador. Cuando se llega a ese punto hay que ser muy concreto con lo que se demanda y procurar llevar la garantía de que se va a ganar.