Que decir que no se haya dicho ya.
Soy uno de los millares de pobres curritos que utilizan cercanías para aportar mi granito de arena a esta sociedad y me duele el alma con lo que a pasado esta mañana. No lloro, no se, por la estúpida creencia de que los hombre no lloran, pero os puedo asegurar que las lágrimas gritan por salir.
Me estaba planteando el ir a votar o no el domingo, pero ese mi otro granito de arena. Que vean que la forma de hacer las cosas es pr la vía democrática.
Solo deseo que, es duro decirlo, esta sean las últimas víctimas y... ¡no puedo seguir!